miércoles, 16 de julio de 2008

Lecciones

Se acabó una etapa de aciertos y errores, propios de la vivencia extrema y muchas veces no bien pensada de nuestros actos. Sin duda, al finalizar una etapa se hacen retrospecciones y se ve qué se hizo, qué no se hizo, que se pudo haber hecho... en fin, una serie de preguntas que asaltan mi cabeza siempre, y en cada momento... pero bueno, lo que se hizo, se hizo, así de simple.

La simpleza de los hechos no da para pensar tanto, sino más bien es una gran base para darse cuenta que todo es realizable, hasta los deseos más irrealizables... ¿Por qué no aprendí eso antes?...

Fue necesario pasar por tanto, por tantos momentos sombríos, por tantos momentos de tristeza, por tantos momentos dolorosos para darme cuenta que la pasión por realizar algo puede llevarme a caminos de felicidad humanamente posible. La sensación de "ganar" es genial o como diría un amigo, la sensación es cool. Ojalá esto no se acabe, no pretendo tampoco que me siga "pasando lo pasado", pues la recompensa es más grande, la felicidad a punto. Todo un gran semi-perfecto...

Quizás falta un "ella" para sellar una gran etapa y que todo sea "perfecto". Ya llegará, digo yo.